Los Incas - Grandes Imperios Latinoamericanos

Los Incas



Los Incas, sus orígenes, su evolución y la conquista española
Introducción:
Los pueblos que habitaban América antes de la conquista europea tenían diversas formas de organización económica, social y política.  Algunos habían desarrollado sociedades urbanas y otros sólo practicaron una agricultura simple o eran cazadores y recolectores. Como los incas, en la andina, desarrollaron sociedades urbanas.  En estas sociedades, la construcción de complejas obras de riego y la aplicación de técnicas agrícolas habían favorecido el crecimiento constante de la producción agrícola y de la población.  Se habían desarrollado las ciudades y la organización social estaba fuertemente jerarquizado.
Entre los aztecas y los incas, como entre los mayas, los guerreros y los sacerdotes conformaban el grupo privilegiado y ejercían el gobierno.  La mayoría de la población, compuesta por campesinos y trabajadores urbanos, debía entregar fuertes tributos en productos y trabajo.  Estas sociedades estaban organizadas y gobernadas por fuertes Estados teocráticos, llamados así porque toda la autoridad residía en los sacerdotes y porque el jefe del Estado era considerado como un dios.  Por esto, las primeras ciudades se organizaron alrededor del centro ceremonial o templo.  Los templos eran edificios que tenían funciones religiosas y también económicas, dado que almacenaban y distribuían los productos tributados por los campesinos.
A la llegada de los españoles, las únicas sociedades urbanas que existían en América eran la azteca y la inca.
La mayoría de los pobladores de América vivían de una agricultura simple, de la caza y de la pesca de animales y de la recolección de frutos.  Muchos de estos pueblos eran nómadas y prácticamente no existía la división del trabajo.  Estaban distribuidos a lo largo de todo el continente americano, desde Alaska hasta Tierra del Fuego.
La organización jerárquica de la sociedad.  Las sociedades azteca e inca fueron sociedades urbanas que tuvieron una organización económica, políticas social del mismo tipo que las sociedades .urbanas que existieron en el Cercano Oriente desde el 3000 a. C. Los americanos también desarrollaron sistemas de escritura y de numeración; la religión fue la manifestación espiritual más importante y regía la mayor parte de los actos de la vida cotidiana de la población; y el arte alcanzó una elaborada complejidad.
Los Incas, sus orígenes, su evolución y la conquista española
Los Incas:
Machu Pichu y el Cuzco:
El Cuzco ocupa un valle situado a 3.400 metros sobre el nivel del mar.  Se atribuye al Inca Pachacutti (1438-1471) la reconstrucción del Cuzco como una ciudad monumental En ella se instalaron grandes almacenes de granos, barrios, un complejo sistema de riego y depósitos de todo tipo.  Los templos y los pucarás  (construcciones militares) ocuparon un lugar preponderante en la ciudad. La construcción de Machu Pichu fue un claro ejemplo de ello. Fue construida en el Cuzco a alturas casi inaccesibles, con fines religiosos y militares.
Según la leyenda fueron cuatro hermanos los fundadores de la familia Inca. A Manco Capac considerado como héroe y un dios, fue el fundador del Cuzco, la ciudad capital del imperio Inca. A partir de Manco Capac se le sucedieron 13 incas en el gobierno, el último fue Atahualpa quien reinaba cuando llegaron los españoles.
Los incas constituyeron un poderoso imperio que logró la expansión territorial en la época en que Colón iniciaba su viaje hacia lo desconocido. Abarcó desde las sierras  de la actual Colombia hasta el norte de Chile y de la Argentina, y desde la costa del océano Pacífico hasta el este de los bosques del río Amazonas. Los incas eran un pueblo originario de las sierras y desde allí dominaron, mediante la guerra de conquista, a los pueblos de las otras zonas. Establecieron la capital de su imperio en la ciudad de Cuzco, a la que consideraban el centro del universo. El imperio, que ellos llamaban Tahuantinsuyo -que quiere decir las cuatro partes del mundo-, estaba dividido en cuatro regiones, las que, a su vez, se subdividían en provincias. Al frente del imperio estaba el Inca, y las zonas conquistadas estaban dirigidas por los curacas o gobernadores de provincia.
Organización económica y grupos sociales
La agricultura fue la base de la economía del imperio incaico.  La producción era muy variada y los cultivos más importantes eran el maíz y la papa.  Los incas aplicaron diferentes técnicas agrícolas que mejoraron el rendimiento de los cultivos.  En la zona árida de la costa usaron el guano -excremento de aves marinas- como fertilizante de las tierras y construyeron canales de riego.  En el interior, sobre las laderas de las sierras, cultivaban en terrazas.  Además, el dominio de pueblos que habitaban diferentes zonas les permitió obtener, mediante el pago de tributos, productos que no había en su propio hábitat. En la sociedad incaica se podían diferenciar varios grupos sociales.
La nobleza real incaica estaba formada por los sacerdotes, los guerreros y los funcionarios. Controlaban el Estado y vivían de los tributos que entregaban los campesinos.  A este grupo social pertenecía el Inca. Los curacas, o nobles de provincia, eran los nobles que gobernaban a los campesinos organizados en comunidades (ayllus).  Su instrucción se realizaba en el Cuzco.  Eran los responsables de recibir los tributos de los ayllus, que luego entregaban al Estado incaico.
El ayilu era la comunidad de campesinos unidos por vínculos familiares, que tenían antepasados en común y habitaban un mismo territorio.  El Estado entregaba tierras a cada comunidad para su subsistencia.  Anualmente, un funcionario local asignaba parcelas a cada familia según el número de sus componentes.  Pero los campesinos no eran propietarios de las tierras y estas parcelas eran trabajadas colectivamente por todos los miembros de la comunidad.  El ayllu debía entregar fuertes tributos en productos y en trabajo al Estado y a los curacas.
En las laderas de la sierras, el cultivo en terrazas permitió un mejor aprovechamiento de la tierra fértil y facilitó el riego. Como técnica de labranza el palo cavador y una maza de cabeza de piedra, no conocían la rueda.
La cría de llamas y de alpacas fue una actividad importante en la economía incaica. De ella obtenían lanas, carne y se usaban como animales de trabajo. La llama aunque no soporta más de 45 Kg. de peso soporta las grandes alturas.
Entre los incas las tierras se dividían en tres zonas: las tierras de las comunidades, cuya producción alimentaba a las familias campesinas, la del Inca que mantenían al Inca , a los sacerdotes y el ejército, y las del Sol, con las que se mantenía el culto a los dioses. Los campesinos debían obligatoriamente trabajar en todas.
El Estado Incaico
 El Estado incaico fue teocrático porque el emperador, el Inca, era reconocido como el hijo del Sol, el dios más importante.  Un consejo de nobles y sacerdotes, llamados orejones y pertenecientes a la familia real, asesoraba al Inca en las tareas de gobierno.
La gran expansión del imperio fue posible por la cuidada organización de la fuerza militar.  Para facilitar el desplazamiento de sus ejércitos, los incas construyeron una vasta red de caminos.  La existencia de tambos o postas a lo largo de esos caminos servía para el descanso de las tropas en campaña y para el recambio de animales y armas.
Todos los pueblos que pertenecían al imperio tenían la obligación de entregar al Estado una determinada cantidad de alguna materia prima o de productos manufacturados, según la producción característica de cada zona.  
Además, la población estaba obligada a realizar trabajos individuales en beneficio del Estado, los curacas o los sacerdotes.  Por esto, personas y productos recorrían también permanentemente el Camino del Inca.
Redistribución y reciprocidad
La sociedad incaica funcionaba sobre la base de la reciprocidad y la redistribución.
La reciprocidad era común entre las comunidades de campesinos de la región andina.
Consistía en la práctica entre todos los miembros de una comunidad.  Por ejemplo, los habitantes de un ayllu se ayudaban entre sí a sembrar y a cosechar en las parcelas de subsistencia; y, en ocasión de un matrimonio, toda la comunidad ayudaba a levantar la casa de los recién casados.  Los incas incorporaron el principio de reciprocidad de los ayllus como una de las bases del funcionamiento económico y social de su imperio.
La redistribución suponía el reconocimiento por parte de los campesinos de los diferentes niveles de autoridad que existían en la sociedad.  Los ayllus entregaban los tributos a los curacas, y los bienes tributados se acumulaban en depósitos reales que estaban en aldeas, caminos y ciudades.  Allí eran contabilizados por funcionarios especializados que comunicaban a los administradores del Cuzco las cantidades de cada producto mediante el uso de quipus, contadores hechos con tiras de cuero en las que se realizaban nudos.  De este modo, el Inca conocía las cantidades de excedente y en qué regiones del imperio sobraban o faltaban determinados productos.  Cuando algunos pueblos del imperio no podían satisfacer sus necesidades básicas porque las regiones en las que vivían habían sido afectadas por malas cosechas u otras catástrofes, el Estado incaico redistribuía una parte de los alimentos, materias primas y productos manufacturados almacenados.  También utilizaba los bienes acumulados para costear los gastos de las constantes expediciones militares, y para premiar los servicios realizados por algunos funcionarios generalmente nobles.
 
Los tributos de las comunidades campesinas dados al Estado eran de tres tipos:
1.     Trabajos colectivos en las tierras del Inca
2.     Trabajos individuales periódicos y rotativos a los que llamaban mita, con este sistema se construían puentes y caminos.
3.     Las comunidades debían entregar a los curacas alimentos, materia primas y productos manufacturados.
PRESAGIOS Y PROFECÍAS DE LA DERROTA INDÍGENA
Los incas creían en muchos dioses. El dios Viracocha era considerado el dios de la vida, del Sol y de la Luna. Todos los demás dioses estaban subordinados a él. Al Sol se le atribuía los beneficios que hacía prosperar la agricultura.
  La llegada de los europeos a América fue anticipada por presagios y profecías de origen azteca e inca.  De los aztecas han llegado hasta nosotros fragmentos escritos.  En el caso de los incas, que no tenían escritura, las noticias provienen de la tradición oral indígena y de los testimonios que dejaron los cronistas de la época.
Los presagios aztecas anunciaban que el retorno del dios Quetzalcoátl se produciría al final del reinado de Moctezuma y lo haría bajo la forma de un hombre blanco.  Antes de su llegada -afirmaban- ocurrirían una serie de fenómenos naturales y catástrofes.  Los testimonios así lo enunciaban:
"De aquí a muy pocos años nuestras ciudades serán destruidas y asoladas, nosotros y nuestros hijos muertos..."
Y prevenían al emperador:
"perderéis todas las guerras que comiences y otros hombres con las armas se harán dueños de estas tierras..."
Las profecías comenzaron a cumplirse a los tres años de la ascensión de Moctezuma al trono.  En 1510 se sucedieron un eclipse de Sol y la aparición de un cometa.  Al poco tiempo Hernán Cortés desembarcó en las costas de México... y no pasó mucho tiempo hasta que los indígenas tomaron conciencia de que no era precisamente el dios que aguardaban.
En el imperio de los incas la llegada de los españoles también fue precedida por presagios y profecías.  Se anunciaban fenómenos naturales: rayos, cometas y cambios en el color del Sol y la Luna.  El cronista Garcilaso de la Vega cuenta al respecto:
"Hubo grandes terremotos y temblores de tierra (a poco de arribar los españoles) que, aunque en el Perú son frecuentes, notaron que los temblores eran mayores que los ordinarios, y que caían muchos cerros altos."
Los incas esperaban también el retorno de un dios salvador, Viracocha.  Por ello cuando tuvieron noticias de la llegada de Pizarro, muchos creyeron que era la esperada divinidad:
"Quién puede ser sino Viracocha... era de barba negra y otros que lo acompañaban de barbas negras y bermejas".
Pero los españoles pronto disiparon la ilusión de los incas, según lo afirmaba un cronista de origen indígena:
"Pensábamos que era gente grata y enviados de Viracocha, pero paréceme que ha salido al revés, hermanos, que estos que entraron a nuestras tierras no son hijos de dios sino del demonio."
 LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS ESPAÑOLES
Los primeros asentamientos españoles se ubicaron en las islas Antillas.  Desde la ciudad de Santo Domingo en la isla que Cristóbal Colón llamó La Española -actual territorio de Santo Domingo y Haití-, se organizaron la primera recolección de oro americano y la conquista de las islas adyacentes y del continente.
Entre 1492 y 1520, los españoles no obtuvieron de los territorios conquistados las riquezas esperadas -especias y grandes cantidades de oro sino sólo perlas, algo de azúcar y una escasa cantidad de oro.  Pero el oro que los españoles encontraron en las Antillas era de aluvión: pepitas arrastradas por los cursos de los ríos desde algún yacimiento superficial y poco abundante.  Los aborígenes fueron obligados a recolectar el metal precioso.  Los indígenas antillanos no opusieron resistencia armada a los conquistadores, pero en pocos años casi todos ellos desaparecieron.  Un gran número de estos indígenas murieron a causa de las enfermedades transmitidas por los europeos.  Además, la dominación a que se los sometió, provocó en muchos de ellos el deseo de no tener hijos, con lo que disminuyó drásticamente el índice de natalidad.
A partir de 1510, La Española perdió importancia y Santiago de Cuba se transformó en el centro de las operaciones coloniales españolas.  Desde allí, en febrero de 1519, partió Hernán Cortés, al mando de 11 naves y 600 hombres, con destino a la tierra firme del continente, a la búsqueda de las fabulosas riquezas en oro mencionadas por los indígenas.
       LA CONQUISTA DEL PERÚ      
Desde su asentamiento en Panamá los españoles comenzaron al explorar la costa del Pacífico hacia el sur.  El hallazgo de piezas de oro los animó a emprender nuevas expediciones.
En noviembre de 1532, Francisco Pizarro, con 200 hombres, llegó a Cajamarca, donde acampaban 30.000 incas al mando del emperador Atahualpa. Pizarro pensaba aprovechar a su favor la división interna entre los incas, enfrentados en una guerra civil en la que dos hermanos descendientes del Inca -Atahualpa y Huascar- se disputaban el trono.
A pesar de la inferioridad numérica, Pizarro convenció al jefe inca para parlamentar y lo tomó prisionero.  Al ver a su soberano cautivo, muchos soldados se dejaron matar sin defenderse.  La orden de Atahualpa de matar a Huascar, que dominaba el sur del imperio, facilitó la alianza entre grupos incas y los españoles.  Finalmente, en noviembre de 1532, Pizarro entró al Cuzco, capital del imperio, y reconoció como emperador a un miembro de la nobleza inca.  De este modo, Pizarro obtuvo el apoyo de un sector de la sociedad conquistada.
En el Perú, la capital española no se superpuso -como en México- a la indígena.  En 1535 Pizarro fundó Lima, la Ciudad de los Reyes.  La ciudad fue establecida cerca de la costa para asegurar las comunicaciones con las otras tierras de españoles, situadas sobre el Pacífico, y también por temor a instalarse en una región tan aislada como la del Cuzco.  Las grandes cantidades de oro y de plata que los españoles obtuvieron en el Perú hicieron de esta región la más importante de todas las conquistadas por España en América.
Las sublevaciones indígenas y las luchas entre los mismos conquistadores, ávidos de enriquecerse rápidamente -y que le costaron la vida al propio Pizarro-, obligaron la intervención de la corona, que en 1544 creó el Virreinato del Perú.
EL IMPACTO DE LA CONQUISTA
La invasión europea produjo un tremendo impacto entre los pueblos que habitaban América.  Para estas sociedades que habían vivido aisladas del resto del mundo, los europeos representaban algo totalmente desconocido.  Toda su vida cambió a partir de la conquista.  Su organización económica, social y política, sus creencias religiosas, su visión del mundo y las costumbres de su vida cotidiana, se derrumbaron.
La desestructuración de la economía
La conquista española alteró el funcionamiento y la organización de las economías indígenas.

En el Perú, por ejemplo, el triunfo español alteró el sistema basado en la reciprocidad y la redistribución.  Los conquistadores ocuparon el lugar del Inca en la jerarquía social.  Las comunidades continuaron obligadas a entregar tributos y los curacas fueron mantenidos como los funcionarios encargados de controlar el cumplimiento de la obligación y el almacenamiento de los productos.  Pero los españoles quebraron el principio de la redistribución: el excedente que los curacas entregaban a los conquistadores no volvía a las comunidades.  Además, con la introducción de la moneda y el mercado, los españoles destruyeron el principio de la reciprocidad: los indígenas dejaron de intercambiar productos entre comunidades de acuerdo con lo que cada una producía y se vieron obligados a comprar y vender.
Durante los primeros tiempos y terminada la etapa de la resistencia armada, los misioneros fueron optimistas porque los indígenas parecían aceptar a la nueva religión y recibían en masa los sacramentos del bautismo y del matrimonio.  Sin embargo, al poco tiempo comenzaron a advertir que la aceptación del cristianismo era sólo superficial ya que, a escondidas de los españoles, continuaban realizando los ritos de su culto tradicional.
Las causas de la derrota
Un proceso tan complejo como la conquista de un continente no puede explicarse por un solo factor.  Si tenemos en cuenta que un pequeño número de europeos lograron dominar en muy poco tiempo a comunidades muy numerosas y que habían alcanzado un elevado nivel de organización social, ¿Como explicar que los 200 hombres de la expedición de Cortés conquistaran tina región habitada por más de 10 millones de personas?  Sin duda influyeron factores técnicos como la superioridad de las armas de fuego, y el terror que producían las explosiones de pólvora y los caballos.  Otros factores serían de tipo religioso, como las leyendas que hablaban de la llegada de enviados de los dioses.
Pero tal vez haya que prestarle particular atención a un elemento de tipo político: la organización imperial y militarista de los aztecas e incas.  Si bien esto puede aparecer como un símbolo de fortaleza, también lo es de debilidad.
Muchos de los pueblos dominados por los aztecas y los incas colaboraron con los europeos convencidos de que ése era el medio para liberarse de quienes les exigían pesados tributos.  Además, la organización imperial muy centralizada de los incas, por ejemplo, facilitó el triunfo de los españoles. Éstos atacaron directamente la cabeza del imperio -el Inca y el Cuzco- y frente a la derrota de ésta, el poderío inca sucumbió.  Los españoles aprovecharon la situación y mantuvieron parte de la estructura de dominio impuesta por los incas, pero se ubicaron ellos a la cabeza de esa estructura.
El derrumbe demográfico
  Antes de la llegada de los europeos, la población americana no estaba distribuida de manera uniforme por el continente.  Las zonas más densamente pobladas eran las de las civilizaciones urbanas de MesoAmérica y la región andina.  En esas dos zonas, la población aumentaba a medida que mejoraban las técnicas de cultivo y crecí-,in el intercambio y los centros urbanos.  La conquista interrumpió bruscamente esta tendencia y diezmó la población indígena.
El derrumbe demográfico se produjo por un conjunto de factores que actuaron de manera simultánea: las muertes provocadas por la violencia de los conquistadores; la desorganización de la vida económica, que hizo disminuir la producción de alimentos, provocando hombrunas; la explotación del trabajo indígena en las minas; la desorganización de la vida familiar tradicional; los efectos devastadores de las epidemias de enfermedades infecciosas como la viruela, frente a las que los indígenas no tenían desarrolladas defensas orgánicas.  También influyeron facto)res de tipo psicológico, como la pérdida del deseo de vivir en un mundo que se derrumbaba, donde todo lo conocido iba desapareciendo.
A lo largo de los siglos XVII y XVIII, los indígenas que sobrevivieron la conquista se transformaron -en su mayoría- en campesinos.  Algunas comunidades o individuos llegaron a competir con los europeos por los beneficios producidos por la economía colonial americana.
DIFERENTES VISIONES DE LA CONQUISTA:
La visión de los conquistadores
La conquista del Nuevo Mundo fue impulsada por instituciones como los Estados monárquicos, la Iglesia Católica y las grandes compañías comerciales.  Pero la importancia de estas instituciones no debe hacernos olvidar que los protagonistas de este proceso histórico fueron los conquistadores, hombres reales, de carne y hueso. ¿Quiénes fueron estas personas? ¿Qué motivos los impulsaron a cruzar el océano, pese a los riesgos que la empresa suponía? ¿Cuál fue la visión que estos hombres tuvieron al tomar Contacto con una realidad geográfica y humana tan diferente de la propia?
Los conquistadores eran hombres con poca o ninguna fortuna en tierras o en dinero, aunque algunos de ellos eran de origen noble.  Llegaron a América esperando lograr en el Nuevo Mundo los objetivos que en Europa les resultaban inaccesibles.  Estos objetivos eran la riqueza, el prestigio social y su contribución a la misión cristiana de evangelizar a los indígenas americanos.
Sobre todo en los primeros años de la conquista, los conquistadores imaginaban que iban a alcanzar sus utopías sin conflicto.  Esperaban que las riquezas fueran la base de una posición de reconocimiento social en tierras americanas; y que, al regresar a España, la fortuna y el prestigio social recién adquiridos estuvieran legitimados por su servicio prestado a la expansión del cristianismo.  Sin embargo, en la práctica, la mayoría de los conquistadores no realizó sus utopías.
Los conquistadores se fueron diferenciando entre sí.  Rápidamente, entre ellos se establecieron diferencias de jerarquía y autoridad: los que actuaban en México y en Perú obtenían mayores recursos económicos que los que actuaban en las islas del Caribe.  Pero, en el continente, sólo un reducido grupo de hombres relacionados directamente con los jefes de las expediciones (sucesivamente, Colón, Velázquez, Cortés, Pizarro, Valdivia, por ejemplo) obtuvieron el título de encomenderos.  A los encomenderos se les confiaban porciones de población indígena y se les otorgaba el derecho de obtener de ella tributos, emplearla como mano de obra en sus empresas particulares (minería, plantaciones, talleres textiles, entre otras), y recibir el pago de sus jornales si trabajaban fuera de la encomienda.  Estos beneficios se otorgaban teóricamente a cambio de la obligación de evangelizar a los indígenas encomendados. Como resultado de esta diferenciación, muchos conquistadores vieron cerrado su acceso a los niveles superiores de riqueza y prestigio social.  Fueron frecuentes las intrigas políticas y los enfrentamientos armados entre grupos que se oponían a los conquistadores más poderosos.
Hacia finales del siglo XI, los Incas emigraron desde el centro de Bolivia hacia la zona norte de Perú. Según la leyenda fueron guiados por Manco Cápac y sus hermanas hasta un sitio donde se hundió en la tierra una vara de oro que llevaban.
Hacia el siglo XV comenzaron a expandirse, luchando contra los pueblos vecinos. Los artífices de este crecimiento fueron el Inca Pachacutec Yupanqui y su hijo Topa Inca, que lograron, en tan breve lapso, incrementar sus fronteras a más de 5.000 Km., abarcando una superficie de 900.000 Km2 . Fueron maestros en el arte de la guerra y la ingeniería, crearon un sistema de reparto tripartito de la tierra que aseguraba tranquilidad a todos los habitantes del imperio. La red de carreteras permitía unir Colombia con Tucumán, en Argentina. Pese a su grandeza fueron derrotados, por un puñado de españoles, en 1534.
Los Comienzos
Hacia fines del siglo XI el pueblo Inca emigró desde las proximidades del centro de Bolivia, hasta el fértil valle del Cuzco en la actual República del Perú. Según la leyenda Manco Cápac y sus hermanas deambularon por las sierras hasta que un bastón de oro que llevaban se hundió en la tierra en un sitio que está al este del actual Cuzco. Luego de una serie de terribles pelea con los moradores del lugar, lograron establecerse y la primera construcción, que hicieron fue el Coricancha, el templo del Sol.
Durante bastante tiempo los Incas permanecieron en la nueva zona y no pasaban de ser una de las tantas tribus que peleaban entre sí. De manera alguna, habían desarrollado la idea de extenderse o apropiarse de más territorios de los que tenían. Recién el cuarto monarca, Mayta Cápac, comenzó la expansión. De hecho fue el primer conquistador al sojuzgar el país desde el nacimiento del Titicaca hasta las cuencas fluviales de la costa.
Sin embargo, hubo que esperar hasta el octavo monarca, Viracocha Inca (que tomó su nombre del dios creador del mundo) para que los incas iniciaran su gran expansión. Fue el primero que tuvo como objetivo el dominio permanente de pueblos no incas. Hasta este momento los pueblos vecinos eran derrotados, pero sin condiciones, tales como la imposición de gobernantes. Secundado por sus hábiles generales, comenzó rápidamente a incorporar otros territorios a sus dominios. Pero conviene ver como se dio este proceso y contra quién luchaban.
Organización social y política
El centro de la vida era el ayllu. Esto es como una inmensa familia, con muchos parientes y primos.
El ayllu era el grupo social fundamental en el Perú y existía mucho antes del imperio Inca. En los primeros tiempos, cada ayllu tenia tierras de cultivo y un jefe, el Sinchi, al que le debían obediencia.
El la época imperial, los incas desplazaron al Sinchi, por otro funcionario llamado curaca también familiar, pero nombrado directamente por el Inca. Esto le permitía tener un gran control sobre todas las comunidades.
Los ayllu de una región estaban agrupados en sayas (secciones) y estas formaban un huamán (provincia). Cada provincia tenía su capital. Las provincias estaban agrupadas en cada uno de los cuatro cuartos (suyus) en los que se dividía el imperio a saber:
El Cuzco era la capital inca, centro del imperio. El cuarto noroeste o Chinchasuyu, abarcaba Ecuador y el norte Peruano; el Antisuyu comprendía el noroeste y el Collasuyu, hacia el sureste, ocupaba las tierras altas de los aimarás, la cuenca del lago Titicaca, la mayor parte de Bolivia, y las tierras altas del noroeste de Argentina y el norte de Chile.
El imperio, en su total recibía el nombre de Tahuantisuyu, "la tierra de los cuatro cuartos".
Los gobernadores de los cuatro cuartos formaban parte del Concejo de Estado, con sede en Cuzco y, generalmente, eran parientes del Inca.
Los gobernadores mandaba a los curacas, que tenían distintas categorías según cuantos hombres o contribuyentes tuvieran bajo su jefatura, así el de mayor categoría era el que controlaba a 10.000 y el de menor a 100. Al frente de grupos más pequeños estaba los capataces, plebeyos nombrados por curacas. La estructura social era similar a la de un moderno ejército, con cabos y sargentos dirigiendo grupos reducidos, y oficiales para los grupos mayores.

Super Estado
El Estado ejercía muy importantes funciones en la sociedad incaica.
La tierra era de su propiedad y la mayor parte de explotaba comunalmente, también le pertenecía los rebaños de llamas y las minas.
El estado protegía a la población del hambre, la explotación y de cualquier necesidad; pero el precio era duro, los individuos estaban muy reglamentados, no se podía salir de la comunidad sin permiso. De todas maneras, los nobles y sacerdotes eran mantenidos por el trabajo del pueblo.
Las tierras tenían, entonces un reparto tripartito; esto es el Estado, la Iglesia (sacerdotes), y el pueblo.
A cada persona se le daba tierra para que pudiera alimentar bien a su familia. Los límites de los campos estaban marcados y su destrucción era considerada delito gravísimo. Las tierras no comunales eran cultivadas primero. Cuando llegaba la época de siembra o cosecha llegaban los funcionarios para avisar que era hora de ocuparse de los campos sagrados.
Los cosechado en los campos del Estado o de los sacerdotes, era guardado en depósitos separados y lo obtenido era para alimentar a sacerdotes o nobles.
En las zonas de pastura de tierras montañosas, la mayor parte de las llamas pertenecían al gobierno que almacenaba la lana y luego la repartía entre las familias, según sus necesidades.
El campesino tenía como propios la casa, el establo, pequeños animales domésticos (perros, cobayos, patos y gallinas sin cola) y el granero, además de los útiles de labranza.
Es importante señalar que las comunidades de montaña poseían tierras en zonas costeras y viceversa, así no se producían saturaciones con un mismo tipo de alimento.
El pueblo debía además realizar trabajos públicos, (servicio en el ejercito, construcción de carreteras, puentes o fuertes) a esto se le denominaba mita.
El tiempo de la mita era variable y podía extenderse durante bastante tiempo. De este servicio, obligatorio entre los 18 y los 50 años, estaban exentos los artistas y artesanos.
Los yanaconas eran jóvenes separados muy temprano de los ayilus y eran utilizados, ya sea para tareas en la corte o en la agricultura.
A diferencia de la mita, que después de cumplida autorizaba a regresar a su tierra, los yanaconas no regresaban más.
Como en ocasiones se los entregaba para el servicio personal de los curacas, con el tiempo podían ellos mismos tener ese cargo.
Las niñas más bellas e inteligentes eran llevadas a ser educadas en los templos o ser destinadas al sacrificio. Algunas, las que mejores dotes demostraran eran educadas para ser Vírgenes del Sol, sacerdotisas que debían hacer votos de castidad perpetua.
Las menos bonitas, las reservaban para tareas comunales y eran llamadas huasipascunas, muchachas descartadas.
3. La Religión
Durante el imperio incaico el Estado se encargaba de sostener a la Iglesia, un caso único en la América indígena. Los fines principales de la iglesia eran el incremento de las reservas alimenticias y la curación de los enfermos.
El dios supremo era Viracocha. Era inmortal y era el creador de todas las cosas de la tierra y el universo.
También fueron adoradores del Sol, Inti, el dios principal, protector de la dinastía real. Se lo presentaba con una humana de la que salían rayos. Tenía un templo, el Coricancha. Le seguía en importancia el dios del Trueno, llamado Illapa, el agua de la lluvia –creían que venía de una fuente celestial–. La Luna, Manaquilla, era la esposa del Sol.
El planeta Venus, era muy importante consideraban que cuidaba a los humanos. El grupo de estrellas de las Pléyades protegía a las semillas.
Las diosas, de la tierra, Pachamama; y Mamacocha, del mar, eran muy importantes para la agricultura y la pesca.
Las ofrendas a los dioses se colocaban en altares, a la vera de los caminos, eran llamados huacas. Existían también santuarios de piedra para orar, llamados apachetas.
También reverenciaban a las cumbres cubiertas por nieves eternas. Lo significativo es que, prácticamente, no tenían templos pues, las ceremonias religiosas se desarrollaban al aire libre, en patios, que estaban en los centros ceremoniales.
El culto de los muertos era importantísimo. Después de la muerte, las personas eran momificadas y transcurrido un tiempo, eran llevadas a sus casas.
Los sacerdotes estaban divididos en categorías, el Sumo Sacerdote llevaba el nombre de Villac Umu, y era siempre algún pariente cercano del Inca.
Para obtener el perdón de los pecados, los fieles debían confesarse ante el sacerdote.
También creían en la adivinación y en la interpretación de presagios
El Inca Y La Nobleza
El Inca, o jefe supremo del pueblo inca, era para su pueblo un dios viviente, con poderes totales y absolutos. En los primeros tiempos los incas se casaban con las hijas de los monarca vecinos, pero más tarde se consideró que el linaje perdería su pureza y solo se casaban con sus hermanas. Además de su hermana, o esposa principal, tenía un harén de esposas secundarias que eran llamadas mujeres escogidas, por esto tenían muchísimos hijos que con el tiempo formaban un ayllu especial (llamado panaca), que constituía la gran nobleza.
Los sucesores del trono eran los hijos. El Inca lo elegía por su inteligencia. Solo podían sucederle aquellos que hubieran tenido con la coya, o esposa principal. El elegido era educado directamente por sus padres, pues a nadie se le huera ocurrido educar a un dios. Nadie podía presentarse de cara al emperador y durante las entrevistas, este permanecía oculto tras un cortinado. Al verlo se debía estar descalzo y soportar una pequeña carga en la espalda para indicar sumisión. Su adorno más característico era una banda, de unos 10 cm., confeccionada con tubitos de oro, de los que colgaban borlas rojas. Eran transportados en literas, con toldos y cortinas bordadas, de manera que podía viajar sin que le vieran la cara.
Las leyes del Inca eran aceptadas por todos, sin chistar, pues se consideraba que habían sido elaboradas por un dios. Los nobles más importantes eran los descendientes directos del Inca y se caracterizaban por llevar grandes orejeras de oro. Los nobles de importancia menor, eran los curacas. Todos gozaban de privilegios: No pagaban impuestos, eran mantenidos por el gobierno, se les daba tierras en premio, y además, podían tener otras esposas, ser transportados en litera, usar quitasoles y usar ropas parecidas a las del Inca.
4. Los Guerreros
Con los incas la guerra logró un grado de desarrollo tan grande que no fue igualado por ningún otro pueblo de la América india. Si bien las primeras guerras tuvieron para los incas motivos económicos; posteriormente, las causan no respondían a otro propósito que el deseo del Inca de aumentar su prestigio, pues cada emperador inca tenía el deseo de sobrepasar a los anteriores.
Los no exigían tributo de los pueblos conquistados, como los aztecas, simplemente se les obligaba a reverenciar al Inti y a Viracocha.
Se les dejaban sus antiguos dioses, y a los jefes locales se los nombraba curacas. A veces, las zonas conquistaban eran tan pobres que más que ganancia, era una responsabilidad.
Como la vida estaba tan ordenada la guerra era la única manera de competir y sobresalir.
Se estilaba la lucha cuerpo a cuerpo, pues no usaban ni arcos, ni flechas; en cambio, empleaban hondas, boleadoras y mazas que tenían encajadas, un palo afilado y escudos. Se usaban con ambas manos. También empleaban espadas de madera durísima, llamadas macanas, además de hachas de guerra con hojas de piedra o cobre y largas lanzas de madera, con la punta endurecida al fuego.
Para protegerse usaban camisas de algodón acolchados y eran tan eficaces que los españoles las adoptaron descartando las suyas de acero, calurosas y pesadas. En la cabeza usaban cascos de madera o caña trenzada.
Los alimentos estaban asegurados, pues a lo largo de la red caminera había depósitos de provisiones, siempre a punto; si debían desplazarse muy lejos recuas de llamas, eran las encargadas de transportar lo necesario.
Los soldados llevaban ídolos, altares y también estatuillas con la figura de incas fallecidos para que les dieran suerte. Al vencer al enemigo se hacían un censo de la población y posteriormente, se elegía una nueva capital donde se asentaban los edificios oficiales. Las poblaciones eran trasladadas cerca de campos cultivables. Si eran muy belicosos, se trasladaba a la población integra a otro lugar geográfico distante. Este operativo se llamaba –reiteramos– mitima.
Los ingenieros militares construyeron una formidable red caminera cuyo tramo más largo unía la actual Colombia con Tucumán, en Argentina.
En todos los caminos había tambos o posadas y pequeños puestos que eran los lugares de relevo de los chasquis o mensajeros. Para cruzar los impetuosos ríos de montaña hicieron puentes colgantes.
Asimismo, edificaron el las laderas de las montañas (basándose en conocimiento de otras culturas), grandes terrazas de cultivo, similares a escaleras gigantes, que servían para aprovechar al máximo la difícil naturaleza.
Vida Económica
La economía incaica se basaba esencialmente en la agricultura. Sus cultivos principales eran las papas (de las que tenían cerca de 200 variedades) y el maíz. También de muchos tipos. Cultivaban también porotos, zapallos, ulluco (tubérculo), calabazas, quinoa (de granitos parecidos al parecidos al arroz y considerada la reserva alimenticia del siglo XXI), maníes, guayabas, y algodón. Como fertilizantes usaban la bosta de viñucas y llamas. La coca era cultivada en las áreas selváticas y era usada en las ceremonias religiosas.
El sembrado se efectuaba abriendo la tierra con mazas, para después agujerearla con una pala angosta, con soportes para apoyar el pie llamada taklla. Las semillas eran colocadas en las hileras de orificios y luego se las tapaba. La naturaleza montañosa les hizo copiar sistemas de cultivo de antiguas tribus de la región, que consistían en terrazas hechas con paradores de piedras en las laderas de la montaña.
Vistas desde lejos parecen escaleras de gigantes. Tenían sistemas de riego y desagües perfectos.
El grano se almacenaban en depósitos llamados colcas.
La ganadería, exclusiva de las zonas montañosas, estaban constituida por llamas y alpacas, que eran totalmente domesticas, de ellas se obtenía la leche; además se las utilizaba para el transporte; guanacos y viñucas eran salvajes y había que cazarlos.
De las viñucas se aprovechaba la lana y después de esquilarlas eran dejadas en libertad; del guanaco se consumía la carne.
Los pueblos de la costa consumían pescado y mariscos; para sus áreas cultivadas usaban como fertilizantes el guano (deposiciones de aves marinas).
La Educación
La educación en el imperio incaico estaba reservada a los nobles y se impartía en escuelas ubicadas en la ciudad de Cuzco. Se les enseñaba aritmética y astronomía. Teniendo en cuenta que la economía estaba basada en la agricultura se comprende la importancia de estas ciencias para medir las tierras, y calcular los cambios de estaciones.
Los amautas eran los encargados de enseñar los preceptos religiosos, los conocimientos políticos, históricos y el manejo de los quipus.
El resto del pueblo no tenía acceso a una educación sistemática. Se procuraba, no obstante, que todos los habitantes del imperio aprendieran el quechua, pero más por intereses políticos, que educativos.
La Moda
La indumentaria incaica era la típica de todos los pueblos andinos y los de la costa. El Estado Incaico tenía el monopolio de las fibras textiles: la lana en las tierras altas y el algodón en la costa.
El comercio posibilitó que las prendas confeccionadas en esos materiales se usaran en todo el territorio.
Los hombres usaban un taparrabos que se pasaba entre las piernas y se ajustaba con un cinturón. También llevaban ponchos y, en ocasiones, capa. Transportaban siempre una bolsita conteniendo hojas de coca, efectos personales y amuletos.
Las mujeres vestían una especie de camisola que llegaba hasta los tobillos y se ajustaba con un cinturón. Empleaban un largo manto que se ponía sobre los hombros y era sujetado por un largo alfiler llamado topo. Llevaban el pelo largo, con raya al medio y nunca lo cortaban. Los que más se adornaban eran los hombres y solo los nobles usaban orejeras y narigueras. Todos llevaban el pelo moderadamente largo y utilizaban vinchas de color. Ambos sexos llevaban sandalias confeccionadas con piel de llama sin curtir.
5. Las Comunicaciones
Los incas se destacaron por sus obras de ingeniería y sobre todo por la red caminera. Había dos caminos principales de norte a sur, uno a lo largo de la costa y otro que atraviesa las tierras altas. Estaban cruzados por caminos transversales y caminos secundarios que unían todas las aldeas y pueblos.
La carretera principal partía de Tumbes, pasaba a Arequipa y a Chile. La vía de comunicación más larga partía desde Colombia, seguía hasta Cuzco, proseguía hasta Ayavire donde se bifurcaba en dos ramales que rodeaba el lago Titicaca, seguía hacia el sureste hasta Tucumán, Argentina. De allí partía un ramal que llegaba hasta Coquimbo, Chile, siguiendo de allí hasta la actual Santiago. Otro ramal desembocaba en el actual valle mendocino de Uspallata. A este lugar los incas trasladaron poblaciones de cantidad de mitimas. Se tiene como cierto que la construcción de las actuales acequias se debe a la influencia incaica. Estas carreteras estaban pavimentadas con losa de piedra y medían entre 4,5 y 6 metros, son una altura de 1 y 2 metros.
En la zona costera, las carreteras eran rectas y donde era imposible hacerlas –como los desiertos arenosos– se indicaba la ruta con estacas.
Pero, ¿quiénes circulaban por estos maravillosos caminos?
Fundamentalmente los chasquis, mensajeros que se iban relevando mediante el sistema de postas. Cada kilometro y medio había una casilla donde siempre estaban dos chasquis o mensajeros. Se los preparaba especialmente para el trabajo que formaba parte de su mita (tarea de la comunidad). El camino entre Lima y Cuzco (675 Km.) era recorrido en tres días.
Los Incas
Los incas contribuyeron un poderoso imperio que alcanzo su máxima expansión territorial en la misma época en la que Cirstobal Colon, iniciaba desde España, su viaje hacia lo desconocido. El imperio inca abarco desde las sierras del sur del actual Colombia hasta el norte de Chile y de la Argentina, y desde la costa del océano Pacifico hasta el este del valle del río Amazonas.
Los incas eran un pueblo originario de las sierras y desde allí dominaron, mediante la guerra de conquista, a los pueblos de otras zonas. Establecieron la capital en la ciudad de Cuzco, que consideraban el centro del universo. El imperio, que ellos llamaban Tahuantisuyo – que quiere decir "las cuatro partes del mundo" -, estaba divido en cuatro regiones. A su vez, estas se dividían en provincias. Al frente del imperio estaba el Inca y las zonas conquistadas estaban dirigidas por gobernador y jefes locales llamados curacas.
La agricultura fue la base de la economía del imperio incaico. La producción era muy variada y los cultivos mas importantes eran el maiz y la papa. Los incas aplicaron diferentes técnicas agrícolas que mejoraron el rendimiento de los cultivos. En las zonas aridas de la costa usaron el guano – excremento de aves marinas – como fertilizantes de las tierras construyeron canales de riego. En el interior, sobre las laderas del as sierras, cultivaban en terrazas. La cria de llamas y alpacas fue otras de las actividades economicas importantes. De ellas obtenían lana y carne y las utilizaban como animales de trabajo.
Además, el dominio de pueblos que habitaban diferentes formas les permitió obtener, mediante el pago de tributos, producto a que ellos no podían producir.
La sociedad inca funcionaba sobre la base de la reciprocidad y la redistribución.
La reciprocidad era común entre las comunidades de campesinos de la zona andina desde antes de la llega de los incas. Consistía en la practica de la solidaridad y la ayuda mutua entre todos los miembros de un ayllu. El ayllu era la comunidad de campesinos unidos por vínculos familiares, que tenían antepasados en común y habitaban un mismo territorio. Los integrantes del ayllu se ayudaban entre si a sembrar y a cosechar y, en ocasión de un matrimonio, toda la comunidad ayuda a levantar la casa de los recién casados.
Los incas incorporaron el principio de reciprocidad de los ayllus como una de las bases del funcionamiento económicos y social del imperio. El Estado incaico entregaba tierras a cada comunidad para su subsistencia. Anualmente, un funcionario local asignaba parcelas a cada familia según el números de componentes. Pero los campesinos no eran propietarios de las tierras y estas parcelas eran trabajadas colectivamente por todos los miembros de la comunidad. El ayllu debía entregar fuertes tributos en productos y en trabajo al Estado y los curacas. Los campesinos debían trabajar en las tierras del Inca, a su familia y a los miembros de los grupos privilegiados; y en las tierras del Sol, con las que se mantenía el cultos de dios más importante.
La redistribución suponía el reconocimiento por parte de los campesinos de los diferentes niveles de autoridad que existían en la sociedad. Los ayllus entregaban los tributos a los curacas y los bienes tributados se acumulaban en depósitos reales ubicados en las aldeas, caminos y ciudades. Allí eran contabilizados por funcionarios especializados que comunicaban a los funcionarios de Cuzco las cantidades de cada producto mediante el uso de quipus-que eran contadores hechos con tiras de cuero en las que se realizaban nudos-. De este modo, el Inca conocía las cantidades de excedente y en que zonas del imperio sobraban o faltaban determinados productos. Cuando algunos pueblos del imperio no podían satisfacer sus necesidades básicas porque habían sufrido malas cosechas u otras catástrofes, el Estado incaico redistribuía una parte de los alimentos, materias primas y productos manufacturados almacenados. También utilizaba los bienes acumulados para costear los gastos de las constantes expediciones militares y para premiar los servicios realizados por algunos funcionarios
Presagios Y Profesias De La Derrota Indígena
Los aztecas y los incas consideraron diversos fenómenos de origen natural como presagios y profecías de terribles sucesos que amenazaban a sus sociedades. Al mismo tiempo, en los dos pueblos existían leyendas que anunciaban que los dioses – Quetzalcoatl y Viracocha- llegarían para salvarlos de esos peligros.
Muchos de estos fenómenos naturales sucedieron poco antes de la llegada de los europeos a México y a Perú. Por esta razón, cuando llegaron los españoles, los aztecas y los incas, en los primeros momentos, creyeron que eran los dioses esperados. Pero, muy pronto, se dieron cuenta de la realidad. Después de la entrada de los ejércitos españoles a Perú, un cronista de origen indígena escribió: "Pensábamos que eran gente grata y enviados por Viracocha, pero paréceme que ha salido al revés, hermanos, que estos que entraron a nuestras tierras no son hijos de dios sino del demonio."
6. Los incas, herederos del sol
Casi al mismo tiempo que los aztecas se establecían en la meseta Central de México, en los territorios de América del Sur ( desde Colombia hasta el norte de Chile y el noreste argentino ) se consolidad en un basto imperio , el de los incas. Este era un pueblo que llego a los Andes centrales peruanos desde un lugar aun no certeramente establecido. Gracias a su gran poderío militar, conquistaron los muy desarrollados pueblos que allí habitaban.
Los incas se decían descendientes del Sol. Según una leyenda, Viracocha el creador, hizo salir al mundo por una cueva a cuatro hermanos y cuatro hermanas.
Manco Capac, uno de aquellos, mato a sus tres hermanos y, llevándose a sus hermanas, se asentó en las cercanías de Cuzco, en un terreno que juzgo fértil.
Los sucesores de Manco Capac, fundarían con el tiempo, el imperio inca.
Basaron su organización económica en el cultivo de la tierra. Además de maíz, cultivaron otro vegetal fundamental para su alimentación: la papa.
Cuando los españoles llegaron y conquistaron el Perú, la papa fue uno de sus mas preciados botines pues, gracias a sus grandes virtudes fue uno de los alimentos que posibilitaron que Europa superara sus crisis de hambre.
El equilibrio existente entre la sociedad del imperio incaico y la naturaleza fue extraordinario. Para poder cultivar construían en las laderas de las montañas andenes de cultivo (especie de escaleras cavadas en los cerros), con un complejo sistema de canales de riego .
Aun hoy se pueden ver estas terrazas artificiales en la región de los Andes Centrales del Perú, en el Altiplano boliviano y en todo el noroeste argentino.
Un Estado Poderoso
Con el nombre de inca se designaba tanto a los integrantes del pueblo como al emperador.
Como ya dijimos, los incas habían organizado su imperio a partir del poderío militar.
Su estructura política se basaba en el poder absoluto del Inca emperador, descendiente directo del Sol. Todo pertenecía al Estado, el cual se encargaba de que los bienes se explotasen en común, a cambio, los gobernantes protegían al pueblo del hambre, los malos tratos y de cualquier amenaza exterior. Sin embargo el pueblo no tenia poder de decisión ni podía intervenir en los asuntos del Estado. Los mismo rebaños de llamas y alpacas (únicos animales domesticas que conocían) pertenecían al emperador.
Recogida la lana en grandes almacenes, propiedad igualmente del Inca, se repartía entre la gente para que pudiesen tejer sus vestiduras .
El núcleo social lo formaba el ayllu, agrupación semejante al calpulli azteca. Asimismo, el ayllu era la unidad de producción económica.
En el imperio inca era muy acentuada la diferencia social. Como cúspide de la escala se hallaba la nobleza inca, cuyo máximo exponente era el Inca y su familia. Por debajo se hallaba el pueblo, y como base, los esclavos. A diferencia de la estructura azteca, cada una de las situaciones sociales era inamovible y hereditaria.
También eran politeístas y adoraban a un dios supremo (Viracocha) y a numerosas deidades inferiores.
La lengua oficial era el quechua (que aun hoy se habla en vastas zonas sudamericanas.
La arquitectura de los incas se destacaba por la grandeza y majestuosidad de sus templos (grandes habitaciones decoradas en plata y oro) y palacios.
En el Cuzco (capital del imperio y que significaba "ombligo del mundo"), se levantaba uno de los famosos templos, el de Coricancha.
Sobre los orígenes del Imperio Inca sólo ha llegado hasta nuestros días y por vía de tradición oral dos mitos o leyendas. Ellas son "El mito de los hermanos Ayar" y la "Leyenda de Manco Cápac y de Mamma Ocllo"
Mito de los hermanos Ayar
Uno de los principales mitos sobre el origen de los incas fue el de los hermanos Ayar, salidos de una cueva llamada Pacaritambo, Posada de la Producción, Posada del Amanecer o Casa del Escondrijo. Dicho lugar se encontraba en el cerro Tambotoco, el mismo que tenía tres ventanas. De una de estas ventanas, Maras Toco, procedía "sin generación de padres", a manera de generación espontánea, el grupo de los maras Sutic. De otra ventana, Cápac Toco, salieron cuatro hermanos cuyos nombres eran Ayar Uchu, Ayar Cachi, Ayar Manco y Ayar Auca.

Ellos estaban acompañados por sus cuatro hermanas, Mama Ocllo, Mama Huaco, Mama Ipacura o Cura y Mama Raua. Cada cronista.

Los legendarios Ayar con sus hermanas iniciaron un lento andar por punas y quebradas cordilleranas, con el propósito de encontrar un lugar apropiado para establecerse. Es interesante anotar que en la versión de Guamán Poma Mama Huaco es mencionada como madre de Manco Cápac y se alude a una relación incestuosa entre ellos.

La leyenda de los hermanos Ayar cuenta cómo, después de que Viracocha ordenara la creación del mundo, cuatro parejas (conformadas por cuatro hermanos y sus respectivas esposas), salieron de la cueva de Pacaritambo (Casa del Amanecer o Casa de la Producción). Estas parejas fueron: Ayar Cachi y Mama Guaco; Ayar Uchu y Mama Cura; Ayar Auca y Ragua Ocllo; y, finalmente, la más importante de ellas, Ayar Manco y Mama Ocllo.
Los hermanos, de acuerdo con este relato, salieron lujosamente vestidos y se dirigieron al cerro Huanacaure, en cuyas faldas sembraron papas. Una vez estuvieron allí, Ayar Cachi, en una demostración de fuerza suprema, logró hacer cuatro quebradas luego de partir cuatro cerros con su honda, por lo que sus compañeros decidieron deshacerse de él y encerrarlo con egaños en Pacaritambo, para luego regresar a Huanacaure, Tras vivir durante un año en este lugar, estos personajes singulares se dirigieron al Cusco, hasta que al final abandonaron a Ayar Uchu en Huanacaure.
Este se dirigió finalmente hacie el Sol (Inti), quien le ordenó, a su vez, que Ayar Manco cambiara su nombre por el de Manco Cápac. Una vez transmitida la orden, el abandonado Ayar Uchu quedó convertido en un ídolo de piedra.
Por eso, al Cusco llegaron únicamente Manco Cápac, Ayar Auca y las cuatro mujeres. Todos ellos se establecieron en el lugar, depués de que Alcaviza, jefe de los pobladores cuzqueños, los reconociera e identificara como hijos del Sol. Una vez en el Cusco, construyeron una casa en el lugar donde se encuentra el Coricancha y se dedicaron a sembrar maíz.
Origen (histórico)
Por datos arqueológicos y antropológicos se ha ido estudiando el verdadero proceso de la ocupación del Cusco. El consenso apunta a que, debido al colapso del reino de Taypiqala se produjo la migración de su pueblo. Este grupo de cerca de 500 hombres se habría establecido paulatinamente en el valle del río Huatanay, proceso que culminaría con la fundación del Cusco.
Posteriormente, los reyes cusqueños fueron pactando alianzas y conquistando otros reinos. Hacia fines del siglo XV, gobernaban sobre las zonas altas y medias del valle del Vilcanota y vivían en constante fricción con los Estados colindantes.

Leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo
Esta leyenda la dio a conocer el Inca Garcilaso de la Vega (1539 – 1616). Este cronista fue hijo de un capitán español Sebastián Garcilaso de la Vega y de la ñusta Isabel Chimpu Ocllo, nieta de Túpac Yupanqui. Su anciano tío Cusi Huallpa, fue el que más información le proporcionó. Poniendo el relato en boca de su tío, relata Garcilaso esta leyenda.
Nuestro padre el Sol , viendo los hombres en el estado en que estaban , se apiadó y tuvo lástima de ellos y envió del cielo a la tierra un hijo Manco Capác y una hija Mama Ocllo para civilizar a los pobladores .Con esta orden y mandato puso nuestro padre el sol estos hijos suyos en la lago Titicaca que está a 80 leguas de aquí. Y les dijo que fuesen por donde quisiesen y, doquiera que parasen a comer o a dormir, procuren hundir en el suelo una varilla de oro que les dio para señal y muestra: Que donde aquella barra se les hundiese con sólo un golpe , allí quería el sol nuestro padre que parasen e hiciesen su asiento y corte…
Ellos salieron del Titicaca y caminaron al septentrión. Y por todo el camino, doquiera que paraban, tentaban hincar la barra de oro y nunca se les hundió. Así, entraron en una venta o dormitorio pequeño, que está siete u ocho leguas al mediodía de esta ciudad, que hoy llaman Pacárec Tampu… Es uno de los pueblos que este príncipe mandó poblar después y sus moradores se jactan hoy grandemente del nombre, porque lo impuso nuestro Inca.
De allí llegaron Manco Capác y Mama Ocllo , nuestra reina, a este valle del Cuzco,que entonces todo él estaba hecho montaña brava. La primera parada que en este valle hicieron fue en el cerro llamado Huanacauri, al mediodía de esta ciudad. Allí procuró hundir en tiera la barra de oro, la cual con mucha facilidad se les hundió al primer golpe que dieron en ella, que no la vieron más. Entonces dijo nuestro Inca a su hermana y mujer: En este valle manda nuestro padre el sol que paremos y hagamos nuestro asiento y morada para cumplir su voluntad…
Del cerro Huanacauri salieron nuestros primeros reyes, cada uno por su parte, a convocar las gentes… El príncipe fue al norte y la princesa al sur. A todos los hombres y mujeres que hallaban por aquellos breñales ,les hablaban y decían que su padre el sol los había enviado del cielo para que fuesen maestros y bienhechores de los moradores de toda aquella tierra sacándoles de la vida ferina que tenían y mostrándoles a vivir como hombres…
Los cuales, viendo aquellas dos personas vestidas y adornadas con los ornamentos que nuestro padre el sol les había dado y las orejas horatadas y tan abiertas como sus descendientes las traemos…, maravillados por una parte de lo que veían, y por otra aficionados de las promesas que les hacían, les dieron entero crédito a todo lo que dijeron. Y los adoraron y reverenciaron como a hijos del sol y obedecieron como a reyes.
Nuestros príncipes, viendo la mucha gente que se allegaba, dieron orden que unos se ocupasen de proveer de su comida campestre para todos, para que el hambre no los volviese a derramar por los montes.
Madó que otros trabajasen en hacer chozas y casas, dando el Inca la traza como las habían de hacer. De esta manera se principió a poblar esta nuestra imperial ciudad, dividida en dos medios que llamaron Hanan Cuzco (parte alta )y Hurin Cuzco(parte baja )
Los que trajo el rey quiso que poblasen a Hanan Cuzco, y por eso le llamaron “el alto”. Y los que convocó la reina, que poblasen a Hurin Cuzco, y por eso le llamaron “el bajo”. … y mandó que entre ellos hubiese una sola diferencia y reconocimiento de superioridad: que los del Cuzco alto fueses respetados y tenidos como primogénitos hermanos mayores y los del bajo como hijos segundos, Y, en suma, fuesen como el brazo derecho y el izquierdo en cualquier preeminencia de lugar y oficio por haber sido los del alto atraídos por el varón y los del bajo por la mujer.
A semejanza de esto hubo después esta misma división en todos los pueblos grandes o chicos de nuestro Imperio Inca, que los dividieron por barrios o por linajes diciendo Hanan ayllu y Hurin ayllu, que es el linaje alto y el bajo, Hanan suyu y Hurin suyu, que es el distrito alto y el bajo…
Ciencia en el Imperio Inca
Astronomía
En la astronomía Inca destacó el Sol, y su culto, parece ser una constante en las culturas de la antigüedad, sin duda por el rol que el astro rey cumple en el "calendario agrícola". Los incas adoraban al Sol fundamentalmente para que les proporcionara abundantes cosechas. Era una fuerza dominante y un símbolo de prestigio y poder.
En el Perú el culto al Sol se oficializó debido a las invasiones incas. Estos, que adoraban al Sol al extremo de afirmar que los gobernantes eran sus hijos, llevaban su religión a todos los pueblos que iban sometiendo por medio de la guerra.
El Sol ("inti", en quechua), al que acostumbran representar por un gran disco de oro circundado de rayos, era adorado en templos cubiertos totalmente de oro, como lo era el Koricancha o "patio de oro" en la ciudad del Cuzco. También se afirmaba que el maíz eran las lágrimas del Sol debido al color dorado que tiene el maíz seco. Por lo tanto se ofrendaba al Sol la bebida que se elaboraba con el maíz: la chicha.
El culto al Sol tenía su apoteosis en la Fiesta del Sol ("Inti Raymi" en quechua) que hasta ahora se reproduce, todos los 24 de junio, en la ciudad del Cuzco.
Algunos cronistas afirman que los incas podían predecir eclipses.
Medicina
La medicina que se practicó en el incanato, estaba íntimamente ligada a la magia y la religión. Todas las enfermedades se suponían provocadas por el desprendimiento del espíritu del cuerpo, a causa de un maleficio, un susto o un pecado. Los curanderos incaicos, llegaron a realizar intervenciones quirúrgicas, como trepanaciones, con el propósito de eliminar fragmentos de huesos o armas, que quedaban incrustadas en el cráneo, luego de accidentes o enfrentamientos bélicos. Uno de los instrumentos utilizados en la cirugía inca, fue el "Tumi" o cuchillo de metal en forma de "T". Como anestesia se usaba la coca y la chicha en grandes cantidades y se sabe que también conocieron el uso de vendas.
Agrotecnia
Se estima que los incas cultivaron cerca de setenta especies vegetales, entre ellas, papas, camotes, maíz, ajíes, algodón, tomate, maní, oca y quinua.
Las principales técnicas agrícolas, en cuanto a la disposición de tierras fueron:
· Andenes o Terrazas, para evitar la erosión y aprovechar las laderas y cerros
· Waru waru, técnica heredada de sus hermanos del altiplano, en la que se araban surcos alrededor de los cultivos y se les llenaba de agua para crear un microclima más estable que el ambiente.
· Pozas secas que se llenaban en época de lluvias. Era muy empleado en la costa. Se les llamaba simplemente lagunas (quchakuna).
También se resalta su técnica de mejoramiento de especies, supieron la mayor influencia de la temperatura del suelo que el del aire sobre las plantas, como lo atestigua el laboratorio de Moray.
La ganadería, en cambio, fue menos favorecida. Ésto se debió a la escasa fauna andina. Utilizaron llamas como bestias de carga y alpacas como fuente de alimentos y vestimenta. La vicuña fue también muy apreciada. Se crió también el cuy, hasta hoy uno de los principales potajes de la gastronomía andina.
Matemática
En el ámbito matemático los Incas destacaron principalmente por los quipus, que consistían en cordones atados donde se llevaban diversos registros matemáticos.
Cabe señalar que en los quipus sólo se anudaban los resultados de las operaciones matemáticas realizadas anteriormente en los ábacos o yupana. Los ábacos podían ser de piedra tallada o de barro. Ambos tenían casilleros que correspondían a las unidades decimales y se contaba con la ayuda de piedrecitas o granos de maíz.
Los quipus formaban un sistema mnemotécnico mediante el cual se registraba la información necesaria. Podía tratarse de noticias censales, de montos de productos y de subsistencias conservadas en los depósitos estatales. Los cronistas mencionan también quipus con noticias históricas pero no se ha descubierto aún como funcionaban. En el Incario, personal especializado manejaba las cuerdas y el quipucamayoc mayor tenía a su cargo las cuerdas de toda una región o suyu.
Los quipus se siguen usando como instrumentos mnemotécnicos en los poblados indígenas donde sirven para registrar los productos de las cosechas y los animales de las comunidades.
Textilería
El arte textil incaico se caracteriza por sus tejidos con diseños geométricos o tocapus y por la fineza de su técnica. Los incas destacaron por sus tapices y sus estupendos mantos de plumas, también de diseños geométricos. Tuvieron un extraordinario sentido de la simetría, reflejado mediante la repetición de figuras estilizadas dispuestas de una manera sumamente ordenada.
La primacía textil
Para los incas la importancia de los textiles fue religiosa, social y política. Ellos expresaban su cosmovisión, su sentido del espacio y de sus divisiones.
Eran símbolos de nivel social. Los famosos ponchos dameros, blancos con negro y rojos al centro se destinaban sólo a los orejones o generales allegados al Inca. Se dice que los diseños geométricos, que aparecen en algunos tejidos, servían también para identificar a los incas y sus familias.
Desde la visión política los textiles representaban tesoros intercambiables así como productos tributables que cohesionaban al imperio.
Abasca y Cumbi
Existía la producción individual de textiles ejecutada por artesanos en el entorno familiar, así como la producción bajo control estatal. Los textiles también tenía categorías: los ordinarios o abasca y los finos o cumbi, estos últimos tenían una función ritual pues estaban destinados al Inca, a los sacerdotes, a los generales y a la nobleza.
Los tapices
En la textilería se utilizó tanto el telar de cintura como el horizontal. Los hilos se diferenciaban por el grosor y las fibras más apreciadas eran las de vicuña y alpaca. Los tapices eran confeccionados con la urdimbre de algodón y la trama de lana. Mientras los tapices europeos nunca pasaron de 85 hilos de trama por pulgada, los peruanos solían tener 200.
La tapicería del antiguo Perú, cuyo apogeo fue alcanzado durante el periodo Huari se convirtió en la técnica predilecta de los incas. Los tapices de esta cultura constituyen una de las más hermosas realizaciones del arte textil del antiguo Perú.
Escultura
Pintura
La pintura como expresión estética se manifestó en murales y mantos. Bonavía señala la diferencia entre paredes pintadas de uno o varios colores y los murales con diseños o motivos representando escenas diversas.
Los murales pintados se aplicaban sobre paredes enlucidas con barro empleando pintura al temple, técnica diferente a utilizada para las pinturas rupestres. Hacia el Horizonte Temprano, la pintura era aplicada directamente sobre la pared enlucida, mientras que durante el Período Intermedio Temprano' se cubría el muro enlucido con pintura blanca para luego aplicarle el dibujo deseado. Otro medio usado en la misma época consistía en trazar motivos incisos sobre el barro húmedo para luego rellenarlo con pintura.
En la época moche se usó pinturas murales y de alto relieve de barro como los descubiertos en la Huaca de la Luna y en la Huaca del Brujo, en Chicama.
La técnica y el uso de mantos pintados sobre telas de algodón llano era costumbre de toda la costa, con mayor énfasis en el norte. Todavía por los años de 1570 a 1577 existían artistas especializados en el arte de pintar mantos que ejercían su oficio trasladándose de un lugar u otro. En aquel tiempo estos artesanos pedían licencia ante el oidor para usar de su arte e ir libremente por los valles sin ser estorbados.
En los museos y colecciones privadas se pueden apreciar estos mantos, empleados quizá para cubrir paredes desnudas o servir de vestimenta a los señores importantes.
Otro renglón dentro del arte pictórico fue la realización de una suerte de mapas pintados que representaban un lugar o una región. El cronista Betanzos cuenta que después de la derrota de los chancas infligida por el príncipe Cusi Yupanqui, los dignatarios cusqueños se presentaron ante él para ofrecerle la borla y lo encontraron pintando los cambios que pensaba introducir en el Cusco.
Esta noticia no sería suficiente para confirmar tal práctica si no fuese apoyada por otra referencia la afirmación en el juicio sostenido por las etnias de Canta y de Chaclla en 1558 - 1570. Uno de los litigantes presentó allí ante la Real Audiencia de los Reyes los dibujos de su valle indicando sus reclamos territoriales, mientras los segundos exhibieron una maqueta de barro de todo el valle. Sarmiento de Gamboa decía que al conquistar un valle se hacía una maqueta y se le presentaba al Inca, quién delante de los encargados de ejecutar los cambios se informaba de sus deseos.
Arte plumario
Las prendas de plumería manifiestan un gusto estético por el color y se usaron en mantas camisas, abanicos y sombrilllas para preservar del sol a los personajes conducidos en andas. Los brillantes tonos de las plumas empleadas señalan un origen selvático con lo cual concluímos que debió existir un trueque a lo largo y ancho del país entre la selva, la sierra y la costa.
El cronista Santa Cruz Pachacuti cuenta que para los grandes acontecimientos, como el matrimonio de Huayna Cápac con su hermana el día que recibió la borla o mascaipacha insignia del poder, se recubrieron los techos de paja de los palacios y los templos del Cusco con las más vistosas mantas confeccionadas con plumas multicolores. El espectáculo debió ser magnífico y sobrecogedor pues los brillantes colores de las techumbres contrarrestaban con la sobriedad de las piedras y las cenefas de oro de los muros palaciegos.
Orfebrería y Metalúrgia
El área andina de Perú, Bolivia y Ecuador fue la cuna de la metalurgia a nivel sudamericano y surgió sin ninguna influencia proveniente del Viejo Mundo.
Existieron dos centros metalúrgicos uno en la zona del altiplano peruano - boliviano y otro en la costa norte en la región Mochica - Lambayeque. De estos dos lugares se difundieron los conocimientos al sur, hacia Chile y Argentina, y al norte, a Colombia y Panamá para llegar posteriormente a las costas occidentales de México.
La metalurgia en los Andes tiene una gran antigüedad y sus artífices lograron las más variadas técnicas y aleaciones.
En toda la costa existieron expertos plateros y durante al apogeo inca sus gobernantes establecieron mitimaes en el Cusco para la producción de objetos suntuarios. Diversos documentos nombran a estos grupos provenientes del Chimú, Pachacamac, Ica y Chincha. Es probable que sus obras siguiesen los gustos estéticos inca. Sabemos del establecimiento en Zurite, cerca del Cusco de unos yanas plateros de Huayna Cápac, provenientes de Huancavilca (actual Ecuador) que residían en tierras del soberano y cuya obligación era fabricar objetos para el Inca.
La numerosa presencia en el Cusco de plateros indígenas fue aprovechada posteriormente por los oidores, corregidores y encomenderos para la confección de vajillas personales de oro y plata, burlando la obligación del quinto del rey. Por ese motivo, son escasas las piezas de plata del siglo XVI en el Perú que tengan punzones
Música
Los incas contaron con varios instrumentos musicales de viento y percusión entre los que se encuentran: la quena, la tinya, el calabacín, la zampoña, el wankar y la baqueta. La música desempeñaba un papel importante en distintas ocasiones. Se sabe que había música amorosa, guerrera, fúnebre y agrícola. La música inca se componía de cinco notas musicales.
Una característica inca fue la ejecución de música durante las labores agrícolas en tierras del Estado, con lo cual convertían las duras faenas del campo en amenas reuniones.
Los instrumentos musicales empleados en las manifestaciones corporales eran diversos según las danzas a interpretar, los integrantes, las regiones o los motivos de las celebraciones.
Las flautas eran uno de los instrumentos más populares. Las quenas por lo general, eran confeccionadas con huesos humanos mientras que otras flautas eran de arcilla, plata o, las más comunes, de carrizos.
Entre ellas destacan los sikus de caña y de cada instrumento está dividido en dos mitades con tonos complementarios y tocados por un par de instrumentos. Para formar una melodía es necesario que ambos instrumentos toquen alternadamente cuando les corresponde y además en forma simultánea con los demás registros.
Las antaras o flautas de Pan eran hechas de cerámica de nueve tubos acodados, las de carrizos se mantenían unidas por finas soguillas.
En cuanto a las trompetas halladas en las tumbas de la costa, pertenecían a uno de los tributos de los señores yungas. Con frecuencia se encuentran quebradas ya que su destrucción forma parte del ritual funerario.
El caracol marino o Strombus se representó desde la época de Chavín de Huantar y en quechua se le dice huayllaquepa. La voz pututu con el cual se le llama actualmente proviene del Caribe y fue traída por los españoles a la par que las palabras maíz, chicha y ají, entre otras. Es una adaptación de fututo por no existir en el quechua la letra "f".
Un instrumento musical básico fue el tambor. Éste podía ser de diversos tamaños y sonidos, y se utilizaba para marcar el ritmo en las danzas y bailes colectivos. Los había pequeños, ilustrados por Guaman Poma, que eran tocados por mujeres; grandes, que eran confeccionados con piel de puma u otorongo y llamados poma tinya y finalmente, los runa tinya, confeccionados con piel humana.
El compás se marcaba también con cascabeles de plata o racimos de semillas que se ataban a las piernas de los danzantes. En la cultura moche, los grandes señores o los dioses usaban atados a sus cinturas grandes sonajas de oro, como las del Señor de Sipán.
Entre los grupos campesinos y en ciertas festividades o celebraciones soplaban en las cabezas secas de venados como si fuesen flautas y marcaban con ellas los pasos de los danzantes.
Arquitectura de élite
Ollantaytambo
Ollantaytambo o Ullantaytanpu es otra obra monumental de la arquitectura incaica. Es la única ciudad del incanato en el Perú aún habitada. En sus palacios viven los descendientes de las casas nobles cusqueñas. Los patios mantienen su arquitectura original.
Esta ciudad constituyó un complejo militar, religioso, administrativo y agrícola. El ingreso se hace por la puerta llamada Punku-punku.
Ollantaytambo está ubicado en el distrito del mismo nombre, provincia de Urubamba, aproximadamente a 60 km al noroeste de la ciudad del Cusco y tiene una altura de 2.792 metros sobre el nivel del mar.
Písac
Písac (también Pisaq) está ubicado a 33 kilómetros de la ciudad del Cusco. Su sitio arqueológico es uno de los más importantes del Valle Sagrado de los Incas.
La arquitectura de Písac es mestiza, construida sobre restos indígenas por el virrey Francisco de Toledo.
Machu Picchu
La ciudadela de Machu Picchu ha sido por mucho tiempo uno de los más inquietantes enigmas de nuestro pasado.
Se ubica a algunos cientos de metros sobre la margen izquierda del río Vilcanota o Urubamba, a 2300 metros sobre el nivel del mar.
El primer aspecto que llama la atención es su ubicación, en la cima de un cerro cubierto de vegetación y de difícil acceso. Este aislamiento hizo posible que el sitio se mantuviera intacto por cientos de años, desde su abandono hasta que H. Bingham lo descubrió en 1911.
Al principio se pensó que podría tratarse de Pacaritambo, el lugar de origen de los incas. Luego creyó que era Vilcabamba, refugio de los descendientes de los gobernantes incas. El hecho es que, hasta entonces, no se tenía noticia de la existencia de este sitio ni siquiera a través de las crónicas.
Para su estudio fue dividido en diferentes sectores, dependiendo de las características, poco o muy elaboradas, de la arquitectura. Estos podían ser el sector urbano, el agrícola, el religioso, etc. El sector agrícola corresponde a un conjunto de terrazas o andenes perfectamente adaptados a las abruptas laderas del cerro, y que se complementaban con canales.
Existe un ingreso principal resguardado por puestos de vigilancia, así como una muralla que separa el sector agrícola del urbano. Al centro del sitio se ubica una plaza principal con una roca alargada parada al medio.
En el sector religioso destacan el Templo de las Tres Ventanas y el Intihuatana, o reloj solar, bloque de piedra con funciones astronómicas ubicado sobre una pirámide trunca.
Hacia el lado este, en la parte inferior de las terrazas, hay un cementerio. Las excavaciones realizadas han sacado a la luz una serie de entierros, de los cuales la gran mayoría eran de mujeres. Tal vez vivió allí una reducida élite de sacerdotes rodeados por un grupo de mujeres dedicadas al culto, las llamadas Vírgenes del Sol

Religión
La religión y la superstición han estado constantemente presentes en todos los ámbitos del quehacer inca. En las leyendas de formación del Imperio Inca, se percibe una marcada diferencia sexual entre hombre y mujer.
Festividades
Mes Mes Inca Traducción
Enero Huchuy Paquy Pequeño madurar
Febrero Hutan Pocoy Gran madurar
Marzo Paucar Warai Ropa de flores
Abril Ariway Baile del maíz joven
Mayo Aimuari Canción de la cosecha
Junio Inti Raymi Festival del Sol
Julio Anta Situwai Purificación terrenal
Agosto Qhapaq Situwa Sacrificio de purificación general
Septiembre Quya Raymi Festival de la reina
Octubre Uma Raymi Festival del agua
Noviembre Aya Marqa Procesión de los muertos
Diciembre Capac Raymi Festival magnífico

Arquitectura
La arquitectura inca se caracteriza por la sencillez de sus formas, su solidez, su simetría y por buscar que sus construcciones armonicen el paisaje. A diferencia de sociedades costeñas como la chimú, los incas utilizaron una decoración bastante sobria.
El principal material utilizado fue la piedra. en las construcciones más simples era colocada sin tallar, no así en las más complejas e importantes. Los constructores incas desarrollaron técnicas para levantar muros enormes, verdaderos mosaicos formados por bloques de piedra tallada que encajaban perfectamente, sin que entre ellos pudiera pasar ni un alfiler. Muchas veces esos bloques eran tan grandes que resulta difícil imaginar su colocación, las mejores muestras de esta habilidad se encuentran en la zona del Cusco.
Se sabe que los mejores talladores de piedra eran collas, provenientes del Altiplano y que muchos de ellos fueron llevados al Cusco para servir al estado.
Formas arquitectónicas Incas
Las Canchas
Cerco rectangular que encierra varias estructuras -templos, palacios o viviendas- alrededor de un patio. Este tipo de manzana amurallada, según lo sugieren algunos, encontraría su origen en la tradición arquitectónica chimú.
Las Kallankas
Grandes recintos rectangulares, de hasta 70 metros de largo, asociados a centros estatales de importancia. Estas estructuras, mencionadas como galpones en las crónicas, presentan por lo general varias puertas, nichos y ventanas, y habrían sido cubiertas con un techo a dos aguas. El hecho de que aparezcan en las proximidades de grandes plazas, sugiere que estuvieron vinculadas a actividades ceremoniales, así como al hospedaje de numerosa gente; principalmente administradores o funcionarios en campaña.
El Ushnu
Estructura piramidal trunca y escalonada, configurada a partir de la superposición de varias plataformas rectangulares. Se encuentra presente en los centros administrativos estatales. El acceso a la cima del ushnu era realizado a través de una escalinata central. Su función era servir como estrado. Desde su cúspide, el Inca, o su representante, dirigía ceremonias religiosas y reuniones de carácter familiar.
Los Tambos
Posadas construidas a lo largo de los caminos principales del Tahuantinsuyo, llamados mesones o ventas por los cronistas. Eran edificaciones sencillas de uno o varios ambientes, las cuales eran ocupadas por los viajeros como lugares de reposo. Contenían espacios para el almacenamiento de los suministros necesarios para el sostenimiento de los caminantes.
El Acllahuasi
Identificado por Garcilaso como la "Casa de las Escogidas", corresponde a los edificios residenciales de las acllas, que eran los grupos de mujeres especializadas en actividades productivas, particularmente en la textilería y preparación de chicha, y que estaban obligadas a prestar servicos laborales al Estado. Estos edificios, comparados erróneamente por los cronistas con los conventos cristianos, se encontraban distribuidos en todos los centros provinciales del Tahuantinsuyo.
Ciudad del Cusco
Centros administrativos provinciales
Conforme se iba expandiendo el Tahuantinsuyo se fueron construyendo centros provinciales desde los cuales se administraban las diferentes regiones conquistdas. La planificación estatal implicaba el uso de maquetas de barro en las que se representaba desde valles enteros hasta un edificio, antes de empezar a construirlo.
En la costa, la piedra usualmente era sustituida por el tapial o el adobe.
Tambo Colorado
Fue uno de los centros más importantes establecidos por los incas en la costa. Es un conjunto de construcciones hechas con tapiales y adobes. Aunque en algunas zonas presenta una decoración aparentemente anterior, las puertas y hornacinas tienen la forma trapezoidal típica de los incas.
Se le conoce como Tambo Colorado por la pintura roja, que todavía se puede ver en sus paredes, a pesar de que también se conservan algunos muros con pintura amarilla y blanca.
En torno a una plaza de planta trapezoidal se distribuyen varias estructuras entre las que se cuentan depósitos, viviendas y un edificio principal conocido como la Fortaleza.
Huánuco Pampa
Conocido también como Huánuco Viejo. Importantísimo centro de más de 2 km² ubicado sobre una explanada a cuatro mil metros de altura. Fue establecido allí porque marcaba el punto medio del camino entre el Cusco y Tomebamba.
Alrededor de una gran plaza que contiene un ushnu o estructura sobre la cual se ubica una especie de asiento, se distinguen cuatro diferentes sectores: uno de depósitos al sur, uno de confección de tejidos al norte, uno de viviendas comunes al oeste, y otro de residencia del inca durante sus visitas al sitio. En total habría unas cuatro mil construcciones dedicadas a funciones militares, religiosas y administrativas.
Tomebamba
Túpac Yupanqui inició la construcción de este centro administrativo, desde el cual se afirmó la conquista de los cañaris y se controló el límite norte del Tahuantinsuyo. Su importancia fue aumentando rápidamente tanto que se convirtió en la segunda ciudad más importante del imperio.
Cajamarca
Lugar de especial importancia, pues allí fue capturado el inca Atahualpa marcando el inicio del ocaso del imperio. Por aquellos momentos era un pueblo muy grande, con una plaza amurallada al centro. El Templo del Sol, el Palacio del Inca y el Acllawasi, reproducían el más puro estilo arquitectónico cuzqueño. Se dice que el fundador de la ciudad fue Túpac Yupanqui.
Construcciones de carácter religioso
Vilcashuamán
Este centro (también administrativo) fue fundado luego de que los incas conquistaran a los chancas y a los pocras. Se ubica en la provincia de Cangallo, en el departamento de Ayacucho, a 3150 metros de altura.
Según los cronistas Vilcashuamán debió albergar a unas 40000 personas. Cuenta con una gran plaza en la cual se realizaban ceremonias con sacrificios. Los dos edificios más destacados son: el Templo del Sol y el Ushnu.
El Ushnu es una pirámide trunca a la que se ingresa por una puerta de doble jamba, característica de los recintos más importantes. En su plataforma superior hay una piedra grande tallada de manera singular; se la conoce como el Asiento del Inca, y se dice que antiguamente estuvo forrada con láminas de oro.
Coricancha
Fue el templo principal del Cusco. Después de la guerra con los chancas, Pachacútec se encargó de reconstruirlo, colocando en su interior grandes cantidades de oro y plata, tanto así, que de Inti cancha (recinto del sol) pasó a ser conocido como Coricancha (recinto de oro). Pachacútec colocó al Sol (Inti), divinidad de los incas cuzqueños, en el lugar principal.
Este templo es una de las mejores muestras de la fina arquitectura inca. Destaca su muro curvo hecho con una perfección admirable.
Sobre los restos de muros incas se levanta hoy el convento de Santo Domingo.
Construcciones militares y conmemorativas
Inca Huasi
Está en el valle de Lunahuaná, cerca a Cañete. En aquella zona existía un curacazgo conocido como Guarco, que fue conquistado por los incas luego de cuatro años de tenaz resistencia.
Según la tradición, Túpac Yupanqui decidió llamar a este extenso centro administrativo Cusco, igual que la capital del imperio, y quiso que sus calles y plazas llevaran los mismo nombres que las que había en él. En Inca Huasi se reproducía la distribución cuatripartita del espacio.
Sacsayhuamán
Sobre una colina que domina el Cusco desde el lado norte se ubica la famosa fortaleza de Sacsayhuamán. Se compone de tres plataformas hechas con enormes muros de contención en forma de zigzag, sobre las que se ubicaron tres torreones. Los muros se hicieron uniendo bloques de piedra de dimensiones sorprendentes, algunos llegan a medir 9 m por 5 m por 4 m.
La historiadora María Rostworowski especula respecto de si Sacsayhuamán fue una fortaleza militar usada para la defensa del Cusco, pues los relatos de invasión chanca dicen que éstos entraron fácilmente a la ciudad sin enfrentar una resistencia militar importante. Además, mientras el imperio del Tahuantinsuyo se expandía, no existía el peligro de ataque al Cusco. Rostworowski cree que fue un monumento a la victoria sobre los chancas, y que en las festividades se representaba allí batallas rituales.
Sociedad
El ayllu
Las panacas
Las panacas eran linajes de descendientes directos de un inca reinante, excluyendo el sucesor y conservaban la momia del inca fallecido, al igual que sus memorias, quipus, cantares y pinturas en recuerdo del finado de generación en generación.
Estas panacas reales, formaban, junto con los ayllus, la élite cuzqueña. Tuvieron un rol en la política del incanato y sus alianzas y enemistades fueron cruciales para la historia de la capital inca. Se dice que hubo otras panacas, que tuvieron un papel importante en épocas anteriores. Una nota curiosa acerca de las panacas, es que si se le añaden las panacas tradicionales, se obtiene un total de 8 panacas por cada dinastía, el cual es un número frecuente en la organización andina de los ayllus por ser un múltiplo de la dualidad y de la cuadriplicación.
Hurin Cusco
Panaca Inca
Chima panaca Manco Cápac
Raura panaca Sinchi Roca
Awayni panaca Lloque Yupanqui
Usca Mayta panaca Mayta Cápac
Apu Mayta Cápac panaca Cápac Yupanqui


Hurin Cusco
Panaca Inca
Wikak'iraw panaca Inca Roca
Awkaylli panaca Yáhuar Huácac
Suqsu panaca Huiracocha
Hatun ayllu Pachacútec
Cápac ayllu Túpac Yupanqui
Tumipampa panaca Huayna Cápac

Actividades Económicas
La base de la economía fue la agricultura; las tierras eran comunales. Cada familia tenía sus tierras para cultivarlas y alimentarse. Las familias más numerosas, recibían mayor cantidad de tierras.
La forma de trabajo de las tierras era la “minka”, es decir, “se ayudaban en las tareas agrícolas en forma comunitaria”. El Portal Fuenterrebollo, nos dice que “… bien cuando un individuo tenía tanto trabajo que no podía con él, o en caso de huérfanos, enfermos y viudas”. “Cuando no se podía cultivar ciertas especies necesarias (las papas, por ejemplo), parte de la comunidad se asentaba en otras zonas. Esta forma de obtener recursos se conocía como “complementariedad ecológica”.
La base de la alimentación inca, fue la papa y el maíz, complementada con carne de auquénidos: llama y alpaca. En las zonas altas de los Andes, se cultivaron y cosecharon hasta 200 especies de papas, que se diferenciaban por el color y el tamaño. Para evitar su descomposición y con fines de almacenarlas o para la alimentación de su numeroso ejército sobre todo cuando salían de campaña, aprendieron a secar y trozar la papa, luego, antes de consumirlas las volvían a hidratar y se cocinaban. Complementaban esta dieta con otros tubérculos como olluco, oca, frijol, zapallo, ají, maní, quinua y frutas.
Los incas no sólo cultivaron los terrenos planos o semi inclinados, usaron un sistema ingenioso para cultivar las laderas de los cerros, esta técnica consistía en formar terrazas, denominadas “andenes”, que rellenaban con tierra vegetal que era contenida con muros de piedra. Además de la lana que les proporcionaban los auquénidos, sembraron, cosecharon y usaron el algodón para la confección de su vestimenta. En las tierras correspondientes a la selva alta, sembraron y cosechaban la “hoja sagrada”: la coca.
Mantuvieron corrales de aves (patos y gallinas) y pescaban diversas especies de peces y cazaban aves silvestres. Para mantener tal cantidad de tierras sembradas, los incas fueron grandes ingenieros hidráulicos: mucho de los canales de regadía de la sierra aún hoy, funcionan perfectamente e irrigan las nuevas tierras de cultivo.
Comercio
Comercio terrestre
Comercio marítimo
Agricultura
Al ser los Andes una sociedad predominantemente agrícola, los incas supieron aprovechar al máximo el suelo, venciendo las adversidades que les ofrecía el accidentado terreno andino y las inclemencias del clima. La adaptación de técnicas agrícolas que ya se empleaban con anterioridad en distintas partes, permitió a los incas organizar la producción de diversos productos, tanto de la costa, sierra y selva, para poder redistribuirlos a pueblos que no tenían acceso a otras regiones.
Los logros tecnológicos, alcanzados a nivel agrícola, no hubieran sido posibles sin la fuerza de trabajo que se encontraba a disposición del Inca, así como la red vial que permitía almacenar adecuadamente los recursos ya cosechados y repartirlos por todo su territorio.
Herramientas agrícolas
Los antiguos peruanos del Cusco para realizar sus labores agrícolas utilizaron, como no tenían yunta por la falta de animales, el arado de tracción humana que denominaban la tajlla o chaquitajlla, que es un palo puntiagudo, con una punta un tanto encorvada, que a veces era de piedra o de metal. Antes de su terminal tenía esta herramienta otro palo transversal, el agricultor apoyaba su pie para hundirlo en la tierra y luego hacer el surco.
Las herramientas manuales incas empleadas en la agricultura no han podido ser superadas, sobre todo cuando se trata de trabajar en las laderas andinas o en ámbitos limitados como los andenes.
Fertilizantes
La importancia de la agricultura llevó a los indígenas a buscar fertilizantes para sus cultivos. La información que poseemos sobre abonos procede de la costa y manifiesta el aprovechamiento de recursos naturales renovables.
Los principales abonos empleados son nombrados por los cronistas y fueron usados sobre todo para la producción de maíz lo cual confirmaría la sugerencia de Murra acerca de la prioridad de este cultivo.
Un primer abono consistía en enterrar junto con los granos, pequeños peces como sardinas o anchovetas. Una representación de este sistema estaba pintada en los muros de uno de los santuarios de Pachacamac donde figuraba una planta de maíz germinando de unos pececitos. El segundo abono usado era el estiércol de las aves marinas que por millares anidan en las islas del litoral. El recurso llamado guano se formaba por las deyecciones de las aves y los costeños tenían por costumbre extraer el guano de las islas. El tercer recurso renovable provenía del mantillo de hojas caídas de los algarrobos y guarangos utilizadas para mejorar los suelos.
Los Andenes
Los incas tuvieron una especial preocupación por encontrar formas para mejorar las condiciones del suelo para la agricultura. La variedad del clima y del territorio difícil, los llevaron a buscar soluciones diversas, y fueron muchas las formas que encontraron para hacer frente al problema.
Entre las medidas más conocidas se encuentran la construcción de andenes, que durante el gobierno incaico se le dió una gran importancia. Aunque demandaban movilizar grandes cantidades de mano de obra, que el estado inca podía realizar con relativa facilidad.
Los andenes son terrazas agrícolas artificiales que sirven para obtener tierra útil para la siembra en las escarpadas laderas andinas. Permitían aprovechar mejor el agua, tanto en lluvia como en regadío, haciéndola circular a través de los canales que comunicaban sus diversos niveles, con esta medida evitaban al mismo tiempo la erosión hidráulica del suelo.
Los andenes no sólo servían para el cultivo del maíz, sino para el cultivo de diferentes productos agrícolas, y aún para diferentes usos: para sembríos, para evitar la erosión, para el lavado de la sal mineral, etc.
Los Camellones
Eran terrenos artificiales construidos en las riberas del lago Titicaca. Se trataban de montículos de tierra que permitían almacenar y aprovechar mejor el agua en lugares de frecuentes inundaciones a cusa de las lluvias.
Usaron una serie de técnicas agrícolas en los camellones, entre ellas, el trazado de surcos artificiales para dar protección a las plantas, facilitar el drenaje durante las lluvias, inundaciones, riego, como fuentes de abono y, especialmente, para disminuir el crudo frío nocturno en las alturas, evitando de este modo las heladas.
Sistemas de riego
Productos agrícolas
Junto con la ganadería, la agricultura representó la base de la economía inca. Las poblaciones que habitaron el área andina lograron domesticar y aclimatar una gran variedad de productos a diversas condiciones, sacando provecho de terrenos considerados más bien difíciles para la producción agrícola.
El principal producto que cultivaron era la papa, con la cual preparaban diferentes tipos de chuño; también otros [tubérculo]]s como la mashua, el olluco y la oca. El maíz era considerado un recurso de tipo suntuario que otorgaba prestigio y era cultivado con fines burocráticos, militares y ceremoniales. En la costa cultivaron el camote, frijol, etc.
Ganadería
Crianza de Camélidos
Criaron la llama y la alpaca como animales de ayuda.
Crianza de otros animales
Ademas de la llama y el alpaca ellos aves,en especial patos y gallinas ,asi como tambien pezcaban diversas especies de peces y cazaban variedades de aves silvestres.
Minería
Trabajo
El trabajo representó la principal actividad del imperio incaico y presentó estas formas: ayni, minka y mita.
Mita
La mita era un sistema de trabajo a favor del Estado Imperial del Tahuantinsuyo, donde se movilizaban multitudes de indígenas a trabajar por turno en labores de construcción de caminos, puentes, fortalezas, centros administrativos, templos, acueductos, explotación de minas, etc.
Existía una mita para servicios especiales como las labores de cargueros del Sapa Inca, músicos, chasquis y danzantes, los obligados a cumplir esta labor eran los adultos hombres casados, más no las mujeres, comprendían entre los 18 y 50 años.
Minca
La minca, minka, o minga, es el trabajo que se realizaba en obras a favor del ayllu y del Sol (Inti), una especie de trabajo comunal en forma gratuita y por turno, era una forma de beneficio para el Estado, donde concurrían muchas familias portando sus propias herramientas, comidas y bebidas. Las familias participaban en la construcción de locales, canales de riego, así como la ayuda en la chacra de las personas incapacitadas huérfanos y ancianos. Cuando el ayllu convocaba al trabajo de la minca, nadie se negaba, pero las personas que no asistían al trabajo eran expulsados del ayllu y perdían su derecho a la tierra.
Ayni
Era un sistema de trabajo de reciprocidad familiar entre los miembros del ayllu, destinado a trabajos agrícolas y a las construcciones de casas. El ayni consistía en la ayuda de trabajos que hacía un grupo de personas a miembros de una familia, con la condición que esta correspondiera de igual forma cuando ellos la necesitaran, como dicen: "hoy por ti, mañana por mi" y en retribución se servían comidas y bebidas durante los días que se realicen el trabajo.
Esta tradición continúa en muchas comunidades campesinas del Perú, ayudándose en las labores de cocina, pastoreo y construcción de viviendas.
Administración Incaica
Reciprocidad y Redistribución
Red vial (Qapaq Ñan)
Sistemas de abastecimiento
Los chasquis
Cultura en el Imperio Inca
Se pueden destacar unas características de su civilización:
· Organización del gobierno.
· Sistema de cuentas gracias a los quipus.
· Redes de comunicación desarrolladas.
· Sistema de riego (que se sigue copiando en otros países, como China).
· Agricultura bastante desarrollada.
· Avanzada astronomía.
· Medicina avanzada.

Ubicación geográfica del Imperio Inca
La región andina, debido a la presencia de la cordillera de los Andes, se caracteriza por la diversidad de su ecología: costas desérticas, parajes tropicales, altiplanos secos y fríos que a simple vista parecen uno de los ambientes menos propicios para la vida del hombre. Sin embargo, los hombres que la habitaron han demostrado a lo largo de muchos siglos, ser capaces no sólo de sobrevivir en tales circunstancias, sino también de dominar el medio geográfico y de crear una serie de civilizaciones florecientes. La más famosa de ellas fue el Imperio Inca, que ocupó un vasto territorio de América del Sur, que comprende los actuales territorios de las Repúblicas de Perú, Ecuador, Bolivia, Argentina, Chile y el sur de Colombia.
Es sobre este territorio y sobre las características señaladas, que se desarrolló política, social, cultural y militarmente, el Imperio del Tawantinsuyo, dominando y domesticando todos los pisos ecológicos descritos y actuando como verdaderos ecologistas, aún antes de que estos conceptos fueran parte de los temas de discusión. A parte de los conceptos anteriores, los Incas como gobernantes, fueron los primeros estadistas de la América, ya que el gobierno de todos ellos, fue para beneficio de los súbditos del imperio: nunca el imperio pasó hambre, abusos ni injusticias; a pesar que la sociedad incaica era piramidal, siempre la cabeza actuó en beneficio del pueblo, que era la razón de ser del Estado Inca, por mandato del dios Inti.
Territorio del Tawantinsuyo


Expansión del Imperio Inca (1438 dC-1525 dC)
Los cuatro suyos en su conjunto se extendían a lo largo de más de 2.000.000 km2 y llegaron a abarcar, en su período de apogeo (hacia 1532), parte de las actuales repúblicas de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Poseían aproximadamente 9.000 km de costa en el Océano Pacífico. La expansión se inició con el conquistador Inca Pachacútec y llegó a su apogeo con el Inca Huayna Cápac. Se atribuye la máxima expansión al Inca Túpac Yupanqui.
Hacia el norte, el Imperio Incaico se extendía hasta el río Ancasmayo, al norte de la actual ciudad de Pasto (Colombia). En Ecuador llegaron a abarcar una zona que incluiría las actuales ciudades de Quito, Guayaquil, Manta, Esmeraldas, Ambato.
Hacia el noreste, se extendía hasta la selva amazónica de las actuales repúblicas de Perú y Bolivia. Son muy poco nítidos sus límites con ésta debido a las esporádicas expediciones de exploración de la selva por parte de los habitantes del imperio debido a la gran cantidad de enfermedades y el miedo que los nativos poseían a esas zonas, pero se sabe que dominaban las actuales ciudades de Potosí, Oruro, La Paz y Curva en Bolivia y prácticamente toda la sierra peruana.
Hacia el sureste, el Imperio Incaico llegó a cruzar la cordillera de los Andes (lo que en geopolítica moderna se conoce como encabalgarse), llegando un tanto más allá de lo que ahora se conoce como las ciudades de Salta y Tucumán en Argentina. El territorio inca de la actual Argentina, conformó una zona especial que se denominó Tucma o Tucumán, que abarcaba las actuales provincias de La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy.
Hacia el sur, existen pruebas de que el Imperio Incaico llegó a abarcar hasta el Desierto de Atacama (región III) en dominio efectivo pero con avanzadas hasta el río Maule (actual región VII de Chile), donde debido a la resistencia mapuche no pudo seguir avanzando.
Hacia el oeste, si bien el Imperio Incaico limitaba con el Océano Pacífico, hay quienes argumentan que los Incas llegaron a mantener, a pesar de las limitaciones navales de la época, cierta relación comercial con algún pueblo de la lejana Polinesia (Oceanía), aunque actualmente se desconoce qué pueblo sería éste. El tema ha sido estudiado por Jose Antonio del Busto en una reciente publicación. Una de las personas que defendió esta teoría fue el difunto explorador difusionista noruego Thor Heyerdahl.
Su capital se encontraba en la ciudad del Cusco —que, según la Constitución peruana, es la "capital histórica de Perú—", en donde los cuatro suyos se encontraban.
División política del Tawantinsuyo
Los 4 Suyos
Los cuatro suyos eran:
· El grupo Hanan ("alto"), compuesto por los suyos:
o Chinchaysuyo: costa de Ecuador y la mayor parte de la costa del Perú.
o Collasuyo: norte de Chile, oeste de Argentina, noroeste de Bolivia y una pequeña parte al sureste del Perú.
· El grupo Urin ("bajo"), compuesto por los suyos:
o Antisuyo: al noreste, limitando con la selva amazónica.
o Contisuyo: región mucho más pequeña que las otras tres, al sur del Perú (actuales Arequipa, Moquegua y Tacna).
Chinchaysuyo (Chinchay Suyu)
El Chinchaysuyo (Chinchay Suyu), la región principal, se ubicaba en el cuadrante noroeste de la capital.
Collasuyo (Qulla Suyu)
El Collasuyo (Qulla Suyu), se ubicaba en el cuadrante sureste.
Antisuyo (Anti Suyu)
El Antisuyo (Anti Suyu), se ubicaba en el área de la ceja de selva al noreste del Cusco.
Contisuyo (Kunti Suyu)
El Contisuyo (Kunti Suyu), estaba situado en la vecindad de Arequipa.
Organización territorial
Cada suyo albergaba un número variable de macroetnias contenidas en wamanis. Cada wamani estaba dividido en sayas y cada saya, a su vez, en familias (ayllus).
Estructura del Imperio Inca
Organización Política
El gobierno imperial era de tipo monárquico teocrático y la máxima autoridad era el emperador, aconsejado por el consejo imperial. El gobierno de cada suyo estaba a cargo de un suyuyuq, que actuaba como virrey.
Emperador (Inca)
Artículo principal: Emperador inca
A estos gobernantes, a los que se atribuía un origen divino, se les suele asociar los títulos de apu inca y sapa inca: "divino inca" y "único inca", respectivamente.
La capaccuna era la lista oficial de gobernantes de la civilización inca. Se especula que existieron más gobernantes de los que ésta acepta y que varios fueron borrados de la historia oficial del imperio por distintos motivos. En total, fueron doce los emperadores incas.
En contra de lo que se piensa, Atahualpa (que gobernó de facto el Imperio Inca entre 1532 y 1533) no forma parte de la capaccuna, ya que, a diferencia de los demás emperadores, nunca llegó a ceñir la mascaipacha (corona imperial), único símbolo de poder imperial en el Tahuantinsuyo, otorgado por las panacas reales del Cusco. Por tanto, es impropio llamarle sapa inca a Atahualpa, como algunas veces se le titula.
Consejo Imperial
El máximo organismo dedicado a la asesoría del Inca. Integrado por ocho personas:
· Los gobernadores de los suyos (suyuyuq).
· El príncipe heredero (auqui). La tradición del auqui fue instaurada por Pachacútec Inca Yupanqui y Túpac Yupanqui fue el primer auqui.
· El sumo sacerdote (Willaq Uma).
· Un amauta (hamawt'a).
· El general del ejército imperial (Apuskipay).
Organización Social
Clases sociales en el Imperio Inca
La sociedad Inca, fue jerárquica y rígida. existierton grandes diferencias entre las clases sociales, siendo estas diferencias respetadas por todos los habitantes del Imperio. Las clases jerarquizadas formaban una pirámide donde el Inca, con todo el poder, se encontraba en la cúspide, mientras que el pueblo, que era la gran mayoría, constituía su base social.
Clases Sociales en el Imperio Incaico
Clases Sociales Representantes
Inca · Inca
Realeza · El Auqui: Hijo del Inca.
· Panacas Reales: Primeras generaciones de cada Panaca.
Nobleza · Nobleza de Sangre: Restantes miembros de las Panacas.
· Nobleza de Privilegio: Personas que destacaron por sus servicios; Sacerdotes y Acllas; Altos jefes.
Pueblo · Hatun Runa: El pueblo en general (campesino).
· Mitimaes: Grupos trasladados para colonizar nuevas regiones enseñando a los pueblos nuevas costumbres.
· Yanaconas: Servidores del Inca y del Imperio. Muchos de ellos eran prisioneros.

Sistema de control de la población
El incanato extendió su dominio bajo distintas etnias. El mestizaje era casi nulo. Se calcula que la población total del imperio fue de entre 15 y 7 millones, dependiendo las fuentes.
Sistema de control decimal de la población
Encargado Cantidad de familias
Purec 1 familia
Pisca camayoc 5 familias
Chunca camayoc 10 familias
Pisca chunca camayoc 50 familias
Pachaca camayoc 100 familias
Pisca pachaca camayoc 500 familias
Huaranca camayoc 1000 familias
Pisca huaranca camayoc 5000 familias
Huno camayoc 10000 familias

Etnias conquistadas por los Incas
Las principales etnias conquistadas fueron:
· Aimaras
o Lupacas, Pacajes, Collas,...
· Chanca
o Chanca, Anqara, Huanca,...
· Huánuco
· Yaro
· Conchucos
· Huaylas
· Tallán
· Bracamoros
· Tumpis
· Lambayeque
· Atacamas
· Chinchas
· Pumpus
· Huaylas
· Chachas
· Chimúes
· Caxamarca

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